El mamut, extinto hace 4.000 años, devuelto a la vida.
¿Realidad o ficción?
Santiago Cornejo
Ciencias Ambientales
Ciencias Ambientales
Hace varios días, las noticias nos sorprendían con titulares como Mamut avistado en Siberia. El verano pasado, un ingeniero australiano se encontraba a las orillas de un río en la región Chukotka Autonomous Okrug, en Siberia, cuando divisó la enorme bestia cruzando las aguas.
Aquí os dejo el video, única evidencia, para que echéis un vistazo. Os adelanto que la calidad es baja y deja mucho lugar a dudas sobre su fiabilidad.
Siendo crédulos, y descartando así la posible fraudulencia
de las imágenes, tal y como se nos plantea, podríamos estar frente a uno de los
últimos ejemplares del Mamut Lanudo, especie supuestamente extinta hace
aproximadamente 4.000 años. Sin embargo, si observamos con atención, las
siluetas podrían perfectamente delimitar el contorno de un oso transportando un
animal de considerable tamaño entre sus mandíbulas, jugando con nuestro
subconsciente hasta hacernos creer que lo que estamos viendo es un animal
procedente de las edades de hielo.
De ser ciertas las imágenes, nos encontraríamos ante un hecho sin precedentes.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad, hace dos años, la polémica se abría
ante las declaraciones de un equipo de científicos japoneses que afirmaban que
la clonación del mamut tendría lugar en 2016.
Todo empezó en 2007 con el hallazgo de una cría de mamut silvestre que había permanecido sepultada en una masa de hielo durante 40.000 años y que se hallaba en casi perfecto estado de conservación.
Todo empezó en 2007 con el hallazgo de una cría de mamut silvestre que había permanecido sepultada en una masa de hielo durante 40.000 años y que se hallaba en casi perfecto estado de conservación.
Atención a su historia porque fue muy curiosa. La cría de
mamut fue encontrada por unos vecinos de la zona que decidieron venderla por
dos trineos y suministro de comida para un año. Tras esto, unos perros dieron con ella y se comieron una de
sus orejas y el rabo. Finalmente y por casualidad, cayó en las manos de un
grupo de científicos que estaban buscando restos de mamuts en el territorio de
congelación permanente en Yamal, al norte de Rusia. Era hembra y se le bautizó
con el nombre de Liuba, en honor a la mujer del cazador que la encontró. Medía tan
sólo un metro y medio de altura y tenía un peso aproximado de 50 kilos.
Ya en 2003, un grupo de científicos japoneses de la
Universidad de Kinki y rusos del Centro de Investigación Vektor de Virología y
Biotecnología lanzaron el proyecto de clonación de mamuts a partir de restos de
ADN del mismo. Sin embargo, había muchos factores que se oponían al desafío de
jugar a ser Dios.
En primer lugar, la cantidad de ácido desoxirribonucleico, ADN, que se había
obtenido hasta entonces no era suficiente ni en cantidad ni en calidad como para
llevar a cabo la clonación, ya que no es suficiente con encontrar una cierta
cantidad de ADN, sino que hay que obtener una cadena entera intacta.
De hecho, cuando se llevó a cabo la clonación de la Oveja Dolly se utilizó una
célula somática adulta para realizar el proceso con éxito. Con lo que, hasta la
fecha, nunca se había conseguido clonar a un mamífero únicamente con ADN.
Sin embargo, todo esto cambió en 2008 cuando un nuevo
estudio liderado por el japonés Sayaka Wakayama, del Centro de Biología del
Desarrollo del Instituto RIKEN en Kobe, conseguía clonar un ratón que había
permanecido congelado durante un periodo de 16 años. El problema se presentaba
en el hecho de que el ADN se dañaba como consecuencia de los cristales de agua
congelada. Sin embargo, el estudio
reveló que las células nerviosas del cerebro poseían unos glúcidos que
permitían mantener los núcleos de igual forma que en la criopreservación, es
decir, sin generar ningún tipo de daño sobre el ADN.
Ya se poseía lo que se necesitaba; la clonación era posible.
Aplicando el proceso al Mamut Lanudo, el
procedimiento será el siguiente:
El núcleo de una célula de mamut será introducido en un
óvulo de elefanta africana para que se produzca la división celular y la
creación del embrión.
Después, el embrión será reintroducido en un ejemplar de
elefante africano, el descendiente más directo del mamut. Si el proceso llega a
buen puerto habrá que esperar 600 días de embarazo para ver el clon de mamut
lanudo, que será el primer ejemplar prehistórico que resucitará gracias a las
técnicas de clonación.
Por supuesto, se corren varios riesgos. El inconveniente surgiría por la
posibilidad de que el núcleo de mamut no sea viable en una célula de elefante.
De igual modo, la gestación también podría presentar problemas ya que la
duración es diferente en las distintas especies, cosa que generaría una presión
en el feto del mamut así como en la madre, que podría no ser capaz de cubrir
las necesidades de un animal de tamaño mayor. Por no hablar del metabolismo o
de la aceptación o rechazo de la leche de elefante por parte del mamut.
Tendremos que esperar un poco más y ver qué ocurre. Os dejo, a modo de cierre,
este titular del diario Daily Mail:
Como en Jurassic Park, pero real. Así es el proyecto de un grupo
de científicos japoneses que planea usar el ADN de mamuts hallados en Siberia
para crear un clon que nacerá de una elefanta africana. El responsable del
proyecto, profesor de la universidad de Kioto, Akira Iritani, piensa que la
criatura, extinta hace 8.000 años, volverá a la Tierra en 2016.